Con la organización de Patria Grande de
Chivilcoy, el sábado se realizó una charla- debate a cargo del economista y
referente a nivel nacional, Itaí Hagman en la plaza principal. Ante un buen
marco de público, el tema fue sobre la situación política actual, puntualmente
sobre las medidas económicas tomadas por Mauricio Macri y su impacto en la
sociedad.
Itai Hagman es economista egresado de la
Universidad de Buenos Aires, y docente. Es el principal referente de Patria
Grande. En 2013 fue candidato a Diputado Nacional y en 2015 a legislador por la
Ciudad de Buenos Aires. Ha sido Presidente de la Federación Universitaria de
Buenos Aires (FUBA).
En una entrevista con la prensa, Hagman
manifestó que se están viviendo “ciertos aires revanchistas no sólo desde las
medidas económicas sino desde las acciones políticas”.
“Pasamos de pensar en la integración
latinoamericana a recibir como un amigo y un héroe al presidente norteamericano,
país que siempre tuvo intereses contrapuestos a la soberanía de los países
latinoamericanos”.
Expresó que este cambio “tiene que ver con
los intereses de unos pocos poderosos de nuestro país, que se sintieron
perjudicado por las medidas tomadas en estos doce años”, indicó y luego
puntualizó que “vivimos en un sistema en que para favorecer a unos tenemos que
afectar a muchos”.
“El actual gobierno está dominado por los
gerentes de las grandes empresas nacionales y multinacionales y saben que para
mejorar las posibilidades de ganancia tienen que afectar el bolsillo de la
gente. Por eso es que el gobierno de Macri es tan hostil al bolsillo popular y
tan generoso con las grandes empresas”.
Destacó que “sin duda en Argentina hubo una
exceso confianza en que el empresariado o que los sectores de poder iban a
responder a las políticas de Estado, con una actitud responsable y propositiva.
Diría que hubo hasta cierta ingenuidad”.
Argumentó que muchos se sorprendieron de
sectores que jugaron para que gane Macri y que fueron muy beneficiados en el
período anterior. “No se tomaron medidas de transformación estructural, por
ejemplo, que permitan desconcentrar más la economía, recuperar soberanía sobre
algunas variables de la economía y me parece que hoy estamos pagando eso”.
Agregó que todo esto se da en un contexto
de gran avance de la derecha en América Latina, paralelo a un debilitamiento
regional, por ejemplo en lo que ocurre en Brasil, Venezuela, la derrota de Evo
Morales en el referendo en Bolivia. “Hay un contexto regional más adverso y un
intento de Estados Unidos de recuperar terreno. Si hay algo que tuvo el proceso
latinoamericano en estos últimos quince años es que logró cierta autonomía
respecto a Estados Unidos, aunque relativa”.
Preguntado cómo es que los pueblos terminan
respondiendo a esos intereses que no le son propios, Itaí Hagman dijo que una
de las debilidades del proceso en América Latina es la creencia que la
inclusión social, que se logró con el consumo, garantizaba automáticamente la
hegemonía política.
“En
mi opinión –continuó- no se dio importancia a la disputa cultural y política.
Es fundamental que la gente tenga laburo y acceso a determinados bienes de
consumo, pero pensar que con eso alcanza para que el pueblo apoye a determinado
modelo, no es así”.
Lo
positivo
En relación a la base social que se
consolidó en los modelos populares, frente al avance de la derecha en la
Argentina y a nivel continental, el dirigente de Patria Grande lo calificó como
“un escenario abierto” y “no se puede hacer un juicio terminante sobre las
potencialidades o límites de este fenómeno que, frente a las posibilidades del
triunfo de Macri se organizó, salió a la calle, a militar, que incluso pasó por
encima a los dirigentes y a las propias organizaciones”.
“Para mi fue una de las noticias más
interesantes y positivas del período anterior al ballotage, sobre todo porque
el Frente para la Victoria, al elegir a Daniel Scioli como candidato, había
generado cierta defraudación en su base social, porque no expresaba la mirada de
profundización y que implicaba un retroceso”.
“Mucha gente salió a la calle por entender
lo que estaba en juego y creo que ese fue el dato más interesante. Hoy hay un
sector muy importante de la población que quiere salir a hacer cosas para
expresarse, pero al mismo tiempo no encuentra cómo canalizarlo. De todas
maneras esto puede ser un problema serio para el gobierno”.
Aseguró que el gobierno tomó una serie de
medidas muy duras y tiene que consolidar su legitimidad. “Por ahora su discurso
es que lo anterior fue un desastre y en seis meses verán lo maravilloso que
será salir de este momento. Es una promesa. La gente espera y aguanta, pero si
esa promesa de supuesta recuperación de acá a seis meses no ocurre, el gobierno
tendrá serias dificultades”.
A continuación, verificó que la historia
demuestra que la teoría del derrame no pasa. “Las devaluaciones y la quita de
retenciones, no volverán a la gente con salarios y mejores empleos. Algunos
funcionarios saben que es mentira, pero otros se lo creen y la llamada
‘herencia’ es un recurso político de corto plazo”.
Asimismo, hizo hincapié en que el gobierno
“tiene que inventar una situación catastrófica para implementar su política de
ajuste, pero la gente sabe que no estamos en una situación como el 89 o 2001. La
‘pesada herencia’ del kirchnerismo es una situación de no crisis y este
discurso para implementar las medidas de ajuste se le puede volver en contra”.
“Creo que mucha gente que votó enojados con
el kirchnerisno no le dio un cheque en blanco a Macri. El próximo viernes se
hará un acto en que las cinco centrales obreras van a confluir por el 1º de
mayo y eso es obra de este gobierno. No sé a cuánto hay que remontarse para
encontrarse con todo el movimiento obrero unido, lo que habla de un importante
sector de la población que este es un gobierno que no gobierna para el pueblo”,
destacó.
“Es una buena noticia la base social de los procesos populares en América Latina”
Revisado por
Marcos
en
2:47 p.m.
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