La familia Latessa es la encargada de mantener esta
actividad, que se inició con una pequeña fogata hace años, hasta el presente en
que los nietos participan en la confección del muñeco, cada vez más elaborado.
Lidia Gloria Duré expresó a la prensa que “para nosotros es
una tradición. Es una actividad que lleva tiempo porque buscamos todos los
detalles,
que tengan guantes, camisa de marca, botas, el velo de tul para la
novia…”.
Manifestó que siempre hacían la quema del muñeco por el Día
de San Juan. “Al nacer mi hijo le puse de nombre Pablo, así que cambiamos la
fecha para el día de San Pedro y San Pablo”.
Añadió que siempre hicieron la quema del muñeco en el mismo
lugar y además sirven chocolate a las personas que se acercan, cuando se apaga
el fuego. “No aceptamos donaciones, ni regalos, siempre lo hicimos nosotros y
así vamos a seguir”, indicó María Alonso.
Asimismo Julio Latessa explicó que el muñeco es armado y
rellenado por las mujeres de la familia, sobre una estructura de hierro hecha
con anterioridad. “Se hace en el día, pero también lleva tiempo”, a lo que
Vivian Duré agregó: “Por mi trabajo siempre tengo recortes de tela. Pero lo que
siempre debe tener el muñeco es un paraguas”.
Preguntado sobre el significado del paraguas, Miguel Alcides
Latessa, dijo que es porque la primera vez que se hizo la quema, ese día había
llovido y así quedó hasta el momento. “Ya para nosotros es una obligación. Las
épocas van cambiando y también el muñeco lo vamos aggiornando, pero siempre la
hacemos y estamos muy felices”.
Una tradición barrial de más de 40 años
Revisado por
Marcos
en
9:03 p.m.
Rating: