Con un conversatorio sobre el tema “El fuego de los márgenes. Leer, escribir y arder desde la periferia”, el escritor, sociólogo y docente de Chivilcoy, Hernán Ronsino, fue parte del Festival del Libro de Chivilcoy (FLICH) que se llevó a cabo en la diagonal “Aurora Santilli”.
Integró el panel con Sonia Cristoff y la moderación de
Luciano Sáliche.
El encuentro fue organizado por el Centro Activo de
Chivilcoy, así como el Instituto Cultural de la provincia de Buenos Aires y el
Ministerio de Cultura de la Nación.
Ronsino es el autor del libro de cuentos “Te vomitaré de mi
boca” así como novelas como “La descomposición”, “Glaxo”, “Lumbre” y Cámeron”,
varias de ellas fueron traducidas al francés, italiano, alemán e inglés. En
2020, recibió el Premio Anna Seghers.
“Un espacio de descubrimiento”
Hernán Ronsino hizo
hincapié a “Torque. Tracción Cultural” sobre la importancia de espacios como lo
fue el primer Festival del Libro en Chivilcoy. “Vengo a Chivilcoy de manera
recurrente, a visitar a amigos y a la familia y estoy muy feliz de participar
de este festival que se hace por primera vez”.
“Es importante que se generen estos eventos, porque no sólo son
un espacio de circulación, sino también de producción artística y que le da
posibilidades a las nuevas generaciones y a personas que realizan nuevas formas
de edición, por ejemplo, fanzines y libros no formales”.
Remarcó que estos encuentros, son también para generar “un
espacio de descubrimiento que, tal vez, si no fuera por la convocatoria y
encontrarnos en un mismo lugar, sería difícil que vaya por otros carriles. Se
pueden producir cosas muy interesantes y donde uno se ponga a pensar
críticamente algunas cosas”.
El relato bonaerense
El autor de “Cameron” y “Glaxo” fue jurado en el certamen Gran
Premio de Literatura, que organizó el Banco Provincia en el marco de sus 200
años, junto a Claudia Piñeiro y Mariana Enríquez. Al preguntársele sobre lo que
pudo observar sobre la producción de textos en la provincia de Bueno Aires,
puntualizó: “Uno de los ejes del concurso es escribir en torno a la identidad
bonaerense. Junto con Claudia Piñeiro y Mariana Enríquez, vimos que la
identidad bonaerense no se puede definir en dos palabras o algo ligado a lo
rural, por el contrario, es muy complejo”.
“Por un lado aparecía un imaginario rural, trabajado de
manera clásica o más actualizada, y después hubo una fuerte presencia, por
ejemplo, de relatos que sucedieron en el Delta, Tigre y también en el
Conurbano, que mostraba otra forma de identidad, así que vimos mucha diversidad
no sólo estética sino también en las regiones dentro de la provincia, que
componían un mosaico muy interesante”.
“Seguramente se va a publicar una antología de 15 o 20
cuentos que fueron seleccionados y lo va a publicar la editorial pública de la
Provincia”, indicó.
El discurso de odio
Torque preguntó a Ronsino sobre los discursos de odio que
han vuelto a la escena política, plasmado en el intento de magnicidio contra la
vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. “Lo que pasó con la
vicepresidenta me angustió mucho. Es muy difícil encontrar una escena como la
que vimos en la historia argentina, tan clara, tan directa y tan explícita”.
“Si bien hay diversas formas de violencia política que ha
sufrido la Argentina, es una escena novedosa en muchos sentidos y que aún hay
que entenderla en términos simbólicos y de la violencia política. He escuchado
muchas versiones directas, como que los medios producen odio, pero es mucho más
complejo”.
Resaltó que sí es cierto que aparecieron espacios políticos
que “sin pudor están militando el odio”, pero agregó que “eso es algo que no se
explica sólo por la influencia de los medios de comunicación. Creo que es algo
en lo que hay que pensar fuertemente, por qué aparecen estas nuevas derechas,
que no responden a los límites que habíamos constituido desde el comienzo de la
democracia, que era el Nunca Más. Algo que habíamos constituido con el Nunca
Más, como pacto, hay que volver a pensarlo y ese es un gran desafío que tenemos
por delante para que estos grupos no tengan cabida, la democracia no puede permitir estas expresiones”, concluyó.
