“La ley es un piso no el techo, porque hay falencias en el sistema de salud pública”

 

Con 38 votos a favor, 29 en contra y 1 abstención el Senado Nacional sancionó, en la madrugada de ayer, la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, un avance histórico en materia de derechos humanos para todas las mujeres y personas con capacidad de gestar. 

Entrevistamos a dos de las impulsoras de la ley en nuestra ciudad: Micaela Román, del Movimiento de Mujeres Evita y Cecilia Robledo de la Consejería La Hoguera.

¿Qué reflexión pueden hacer sobre este hecho histórico, que es la aprobación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo?

(Cecilia Robledo) Es un avance enorme, pero no podemos relajarnos, decir conseguimos la ley y ya está porque seguimos teniendo un sistema de salud bastante hostil, así que va a ser todo un desafío que la ley se lleve todos los días a la práctica. La victoria nos da la certeza que queda mucho por construir en cuanto a lo que es acceso.

(Micaela Román) Para nosotras esto es un piso, no es el techo, porque hay muchas falencias en el sistema de salud pública y la ley nos da la posibilidad de construir mayores niveles de derecho y un sistema de salud público más feminista y amoroso. Seguro que va a haber resistencia, de hecho se habla de una supuesta inconstitucionalidad de la ley, así que tendrán mucho en qué trabajar…

MR. La ley no es inconstitucional, porque lo que hace es modificar el artículo 86 del Código Penal. Escuché a muchos senadores que hablaban de los tratados internacionales y esta ley está contemplada. Muchas veces, determinados sectores, cuando, a través de la democracia, se conquistan derechos, de manera autoritaria tratan de bajarlo. Habrá resistencia si es lo que quieren hacer, porque de la misma manera que en 2018, el movimiento feminista reconoció que la ley no salió, este sector tiene que reconocer que la ley fue votada democráticamente, de hecho, el proyecto fue modificado a lo que fue el 2018. El Congreso fue clave en el mensaje a través del voto. El aborto existe y se generan estrategias para que las mujeres no mueran en la clandestinidad. Otra tarea que seguramente viene será la información sobre los alcances de la ley y los derechos que muchas veces se desconoce…

CR. La Consejería La Hoguera viene construyendo acceso a la información sobre la salud, desde mucho antes que la “Marea Verde” se constituya con la magnitud que hoy tiene. Frente a eso, sabemos que nuestro rol va a seguir siendo sumamente activo, entendiendo que quizá se tarda mucho más social y culturalmente trabajar en las ciudades de la provincia de Buenos Aires, para que ciertos procesos se visibilicen. Quizá no está muy en claro en determinado sector de la sociedad que los abortos siempre han ocurrido, una realidad que no va a cambiar de un día para el otro…

MR. Sin duda, porque el aborto clandestino existe, también se discute la forma en que se realizan los abortos, porque las que tienen recursos para poder pagarlos lo pueden hacer de manera segura y las que no tienen esos recursos sin acceso al sistema público de salud, mueren. Ahora hay un protocolo a nivel provincial para determinar qué hacer cuando llega un caso de una mujer a un centro de salud público, donde se le tiene que brindar información y cuidados médicos, es decir, hay un piso de legalidad. De esta manera pudimos construir espacios institucionales. Lo que viene es reclamar al estado que reconozca a las redes feministas, cuando el estado miraba para el otro lado. Que esas redes sean parte del sistema de salud público, Chivilcoy es pionera en eso y me parece que es la batalla porque hay profesionales que pasan por encima de la ética profesional y es por eso que seguimos lamentando la muerte de personas y cuerpos gestantes que terminan en lugares clandestinos. También viene a poner fin a la medicina que en el ámbito público no hace un aborto, pero en el privado cambia su ideología y te cobran 40 mil pesos para hacer el aborto. El complemento de esta ley son la ley de los 1.000 días y de la educación integral sexual (ESI)…

CR. En referencia a la Ley de los 1.000 días, va en consonancia con la Ley del Embarazo Interrumpido. Muchas veces hemos escuchado a compañeras que nos han dicho que, quizá, si estuviesen en una mejor situación económica seguirían con esa gestación y la crianza. Pero, al no tener la posibilidad y al haber un estado ausente que no acompaña a esas mujeres que desean maternar, no lo hacen. Por eso celebramos esta ley porque el estado sí se hace presente y acompañando el deseo de la madre. En cuanto a la ESI, el proyecto del 2018 hablaba mucho de esta ley, ahora se volvió a incluir el artículo y es central porque, con una buena prevención, ampliación de la información en métodos anticonceptivos, también se va a reducir la cantidad de mujeres que aborten, porque no se va a dar este embarazo no deseado.

Micaela Román y Cecilia Robledo.



 

“La ley es un piso no el techo, porque hay falencias en el sistema de salud pública” “La ley es un piso no el techo, porque hay falencias en el sistema de salud pública” Revisado por Marcos en 7:41 p.m. Rating: 5
Con tecnología de Blogger.